La Fundación Museo Evaristo Valle fue creada por voluntad testamentaria de María Rodríguez del Valle, sobrina del pintor Evaristo Valle fallecida en Madrid el 20 de Mayo de 1981. El 28 de Diciembre de ese mismo año, el Protectorado de Fundaciones del Ministerio de Cultura reconocía, calificaba e inscribía la Fundación Museo Evaristo Valle con el número 84, como fundación privada benéfico cultural, BOE 01/02/82, siendo sus objetivos “Exponer, mantener y conservar a disposición de los actuales y futuros amantes de la pintura y de los estudiosos, la obra pictórica de Evaristo Valle y, en general la promoción de toda la actividad cultural, relacionada con el arte, y, en particular, con la obra de tan eximio pintor” y estando su sede en la finca denominada La Redonda -residencia de la fundadora desde 1914 hasta su fallecimiento-, ubicada en Somió, Gijón, donde se realizan sus actividades.

Con fecha 2 de Noviembre de 1996 se reformaron sus estatutos adaptándolos a la Ley 30/1994 de 24 de Noviembre de Fundaciones e Incentivos Fiscales a la Participación Privada en Actividades de Interés General, siendo inscrita con el nº 36.

Se creaba así el primer museo monográfico alrededor de la figura más relevante de la pintura asturiana de la primera mitad del siglo XX, y uno de los más importantes pintores de su generación en España, permitiendo salvar así para el estudio y el disfrute público una parte fundamental de su obra pictórica -con 119 obras fundamentales-, además de dibujística, literaria y documental, entre otras. A este patrimonio se unió una dotación fundacional y la totalidad de la finca La Redonda, con sus tres edificios independientes y unos jardines históricos que situados en el corazón de Somió ocupan 16.500 m2, conservando el original trazado de 1885 y muchas de sus más de 120 especies diferentes, en su mayoría centenarias (véase Guía Verde del Museo Evaristo Valle), siendo el único jardín histórico abierto continuadamente al público y que se conserva en su integridad en el Principado de Asturias; marco éste en total sintonía con la obra de Evaristo Valle. Tanto las tres edificaciones que contiene como los jardines y cerramientos ostentan la máxima protección como “Integral A” dentro del catálogo urbanístico de Gijón.