Este espacio del Museo Evaristo Valle surge ya en 1994, con una exposición de bonsai pertenecientes a las colecciones de la Casa Real y del entonces Presidente del Gobierno, Felipe González.

Nació con la vocación de albergar la colección de bonsai de Rolf Beyebach, pionero de este arte en Asturias. Sirve además como soporte dentro de las actividades educativas relacionadas con el medioambiente y más concretamente con el jardín histórico del Museo, estando orientado, entre otros objetivos, a la formación de los escolares y de otros colectivos.

Tras veintidós años dando un servicio eficaz como espacio expositivo, el aumento del número de ejemplares expuestos así como la necesidad de adecuar las instalaciones, nos lleva a acometer la actualización museográfica del mencionado espacio, que ha sido posible gracias a la inestimable colaboración de CAJA RURAL DE ASTURIAS .

“Bonsai” es una palabra japonesa de origen chino, que significa “naturaleza en bandeja” y define a una planta ornamental sometida a una técnica de cultivo que impide su crecimiento mediante la poda y pinzamiento de las ramas, entre otras técnicas.

El origen del arte del cultivo del bonsai está en China, se inicia hace más de dos mil años y por motivos religiosos como actividad taoista: para los taoistas el bonsai es símbolo de eternidad y nexo entre lo divino y lo humano.  Durante generaciones sólo estuvo reservado para la nobleza y las clases más pudientes, hasta que se perfeccionó y generalizó en Japón hace 800 años. El arte del bonsai se conoce en Europa desde el siglo XIX pero no se populariza hasta después de la 1ª Guerra Mundial.

Rolf Beyebach presentará este nuevo espacio, el jueves 26 de mayo, a las 12.30 h, y nos hablará sobre los ejemplares expuestos, algunos realmente interesantes como un ejemplar de ginkgo biloba “el árbol fósil”, un pequeño bosque de olmos, un boj, un abedul, varios ejemplares de pinaceas, carpes, hayas, enebros, un cedro de Chipre y un cedro del Líbano… y algunos, como es el caso de este último, también podrán compararse con otros ejemplares, casi gigantes, que forman parte de nuestro jardín desde hace más de 130 años.

El espacio permanecerá abierto al público a partir de este fin de semana.

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