Jardín Histórico y parque escultórico

Conocida desde el último tercio del siglo XIX como La Redonda y declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 2017, la finca que alberga los jardines de la Fundación Museo Evaristo Valle, incluidos como Jardín Histórico en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias en 2016, fue una hacienda rural hasta mediados del siglo XIX, cuando comenzaron a añadirse algunos árboles de adorno a los terrenos de cultivo y frutales.

En 1881, William Penlington Mac Alister, vicecónsul británico en Gijón, adquirió la propiedad y a él se atribuye la traza primitiva de los actuales jardines en toda su parte oeste, con sus caminos circulares que rodean isletas de diferente tamaño, y también el haber respetado la pradera que serviría a usos agrícolas y ganaderos bien entrado el siglo XX. Al estilo naturalista, propio de la tradición paisajista inglesa, Penligton sumó otros propios de la jardinería de fines del siglo XIX, como la topiaria, ejemplificada en las tallas de boj, laureles, espino albar o cipreses, además de enriquecer el espacio de densa arboleda con un buen número de especies alóctonas de entre las más de 120 presentes, asociadas a las grandes exploraciones botánicas y hoy las de mayor antigüedad y porte: camelios, cedros del Líbano y el Atlas, falsos cipreses de Lawson, criptomerias japonesas, abetos del Caúcaso, nana gracilis, hortensias, magnolias tulíperas… muchas de ellas únicas en los jardines públicos españoles.

En 1913, La Redonda pasó a manos de José María Rodríguez y María Rodríguez del Valle, sobrina del pintor Evaristo Valle, quienes continuaron hermoseando el jardín con nuevas plantaciones y terracotas de corte clasicista traídas de Italia, fuentes, veladores y bancos, además de convertir la residencia en destino favorito de intelectuales como José Ortega y Gasset, Fernando Vela, Azorín, Pérez de Ayala o Gerardo Diego.

De 1942 data la parte de jardín regular de estilo francés. Tal vez pudo intervenir en su diseño Xavier de Winthuysen, amigo de Evaristo Valle y que por entonces trabajaba en las trazas de los jardines de estética andalusí de la Universidad Laboral.

Convertida en un auténtico jardín botánico, con la enorme riqueza vegetal que atesora en sus 16.000 metros cuadrados, con el legado de La Redonda por María Rodríguez del Valle en 1981 para la constitución de la Fundación Museo Evaristo Valle, y desde la apertura del Museo en 1983, la obra escultórica de artistas contemporáneos de todo el mundo convive en armonía con una tradición paisajística que hunde sus raíces en la Antigüedad.  Entre las esculturas, frente a la entrada principal del edificio antiguo, el busto del pintor Evaristo Valle, bronce realizado en 1946 por Álvarez Laviada; así como obras de Fernando Alba, Amador, Amancio, Víctor Arrizabalaga, Christa Beissel, Ignacio Bernardo, Camín, Casas Paramio, Jesús Castañón, Carmen Castillo, Raquel Cohen, Isabel Cuadrado, Carlos Cuenllas, Javier del Río, Ángel Domínguez-Gil, José Manuel Legazpi, Pablo Maojo, Benjamín Menéndez, Mingotes, Bodo Rau, César Ripoll, Felipe Solares, Ricardo Ugarte, Vega/Hüdepohl y Tadanori Yamaguchi. Cabe destacar el espacio que ha sido bautizado como “Jardín de Christa”, formado por la agrupación en la parcela 14 (plano de la Guía Verde del Museo Evaristo Valle) de cinco de sus esculturas.

El 19 de octubre de 1982, el diario El País lo calificó como “uno de los jardines más bellos de Europa”, y las prestigiosas paisajistas Carmen Añón Feliú y Mónica Luengo Añón, Presidenta de Honor del Comité Científico Internacional de Paisajes Culturales y Jardines Históricos, además de representante de España para el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y Presidenta del Comité Científico Internacional de Paisajes Culturales y Jardines Históricos respectivamente, lo incluyeron en el libro Jardines de España (Lunwerg Editores, 2003) dentro del capítulo “Jardines extraordinarios”, junto al Park Güell de Barcelona. En el mencionado libro se incluyen sólo cuarenta jardines españoles abiertos al público, entre los que se encuentran los sitios reales, parques públicos, jardines botánicos, pazos, cármenes, claustros, jardines hispanoárabes, jardines de la nobleza y jardines contemporáneos.

Plano histórico de La Redonda, 1921

Fotos: Estrella Sánchez (1 y 3) y Pablo Basagoiti (2) / Fundación Museo Evaristo Valle

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