“La aventura americana, 1870-1876. Fotografías de Thomas C. Roche en la colección del Museo Evaristo Valle” reúne un conjunto de 28 albúminas originales de Thomas C. Roche (1827-1895), positivadas a partir de negativos en placa de vidrio al colodión húmedo, técnica que por su complejidad, unida a los pesados equipos necesarios para desarrollarla, caracteriza lo que podría denominarse como “época heroica” de la fotografía. Se suman a este corpus una selección de las más de 100 vistas estereoscópicas que asimismo atesora la colección de la Fundación y que pueden atribuirse a Roche durante los años que estuvo vinculado a la mayor empresa editorial y distribuidora de fotografía de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX: E. & H. T. Anthony & Co.
Abarcando la geografía norteamericana de costa a costa (Canadá, Nuevo Hampshire, Nueva York, Washington, Union Pacific Railroad a través de Utah y Yosemite) entre 1870 y 1876, las 28 imágenes de Roche representan el imparable progreso del siglo XIX y el deseo de reconstrucción de un país tras la guerra, encarnado en el desarrollo urbano de las ciudades, el avance del ferrocarril y los primeros pasos en defensa de los grandes parques naturales.
Las 28 fotografías llegaron a manos de la familia del pintor Evaristo Valle (1873-1951) en el último tercio del siglo XIX. La colección terminó por integrarse en los fondos fotográficos del archivo del Museo Evaristo Valle, que abarcan los siglos XIX y XX, desde la invención del daguerrotipo, y cuya riqueza continúa en su mayor parte desconocida para el público. Las imágenes no presentaban ninguna firma, sello o marca del autor o editor, por lo que parecía difícil arrojar luz sobre la identidad de su artífice. No obstante, su excepcional valor artístico y documental fue determinante para que, a comienzos de 2020, se iniciase una investigación en profundidad sobre las mismas, que ha permitido atribuirlas a Roche, uno de los grandes fotógrafos del siglo XIX americano.
Fotógrafo, científico y editor, Thomas C. Roche empezó tardíamente en la fotografía, a comienzos de la década de 1861, pero pronto fue uno de los más relevantes autores que trabajaron durante la guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), destacando con posterioridad al conflicto como cameraman estrella de E. & H. T. Anthony & Co., además de obtener un sinnúmero de patentes por sus invenciones tanto en el campo químico como en el desarrollo de equipos fotográficos. Trabajo de campo, de laboratorio y también docente, que le llevarían a ser conocido en los círculos fotográficos internacionales como “el Veterano” o “Padre Roche”.
Se trata de un conjunto fotográfico único y absolutamente excepcional en una colección española vinculado a un pintor como Evaristo Valle, pudiendo compararse únicamente con las 32 fotografías que Joaquín Sorolla poseyó de Carleton Watkins, además de inédito para el ámbito estadounidense, constituyendo la primera exposición que de la obra de Thomas C. Roche se hace en nuestro país. Su obra está presente en los más importantes museos y colecciones de Estados Unidos y Canadá, tales como el Museo George Eastman House, el Museo Metropolitan y la Biblioteca Pública de Nueva York, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, el Museo Getty de los Ángeles, los Archivos Nacionales, el Smithsonian de Washington o el Centro Canadiense de Arquitectura de Montreal, y también en manos de destacados coleccionistas particulares.
La muestra estará abierta al público entre el 27 de marzo y el 27 de junio de 2021.
Con motivo de la misma, se está trabajando en la edición de una publicación bajo el mismo título, con un estudio asimismo pionero en España sobre la figura y obra de Thomas C. Roche, además del catálogo de las obras expuestas, fruto de la investigación llevada a cabo durante más de un año por Gretel Piquer Viniegra.
También se desarrollará una programación de visitas guiadas, conferencias y talleres, que se anunciará mediante los canales habituales: prensa, emailing, web, redes sociales… Todas las actividades contarán con los protocolos sanitarios que hacen del Museo un espacio seguro.
Este proyecto está subvencionado por el Ayuntamiento de Gijón y el Gobierno del Principado de Asturias.