Museo virtual: #Emparejados, «Las tres brujas» vs «Haraganes»

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24Abr
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Durante estos días, y como nosotros mismos, las obras de Valle tienen un espacio de encuentro en las redes sociales, para dialogar entre ellas. Tal es el caso de:

Ramona, Xuana y Cefera o Las tres brujas, c. 1945

Óleo sobre lienzo, 101 x 91 cm.

Fundación Museo Evaristo Valle.

y

Haraganes, c. 1932, último estado c. 1947

Óleo sobre lienzo, 114 x 135 cm

Museo de Bellas Artes de Asturias

Ramona, Xuana y Cefera fueron los nombres que Valle dio a Las tres brujas. Dos de ellas, sentadas en una muria junto a los restos de una empalizada, cuchichean entre sí; la tercera, en pie, dirige su mirada al espectador. Destaca la estructuración de la composición mediante dos diagonales que salen de las cuatro esquinas y se entrecuzan en el centro del cuadro, coincidiendo con el rostro del personaje central, de las que salen otras que van articulando el cuadro, en composición semejante a la de Las brujas de San Millán (1907) de Ignacio Zuloaga. Del colorido de la obra, aplicado en masas de rica textura, el propio pintor resaltó, al dorso de una fotografía del cuadro, los tonos salmón, el gris ceniza y los “verdes que van del intenso al gris”.

Si bien se han buscado diversas inspiraciones literarias para el motivo de Las tres brujas: la escena primera del acto primero de Macbeth (1623), en que las tres hechiceras acuerdan volver a encontrarse en un yermo a la hora del crepúsculo, o Jeroma, Elisa y Rosenda, las tres sabias del lugar de La aldea perdida (1903) de Palacio Valdés; en la obra de Valle, el tipo de la “bruja” es el de la mujer experta que aconseja a los jóvenes, cuyo saber ancestral, transmitido de forma oral en reuniones campesinas, supera los resabios del aldeano que se cree péritu en cualquier cuestión.

Tradicionalmente se ha considerado que Las tres brujas podía ser un lienzo pareja de los tres Haraganes, que conversan también sentados en un cercado de piedra junto a un maizal, y entre los que destaca la imagen del personaje central, con sotabarba y sombrero, y una mueca llena de picardía.

No obstante Haraganes es una obra muy anterior, presentada a la Exposición Nacional de 1932, aunque el artista lo retocaría por última vez en 1947.

«Ramona, Xuana y Cefera» o «Las tres brujas» y «Haraganes»

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