En torno a “Gabinete de curiosidades” (I)
Una de romanos
Viernes, 12 de abril de 2019
Visita guiada, 18:30 h; conferencia, 19:30 h
El viernes 12 de abril daremos inicio al ciclo de actividades que, a lo largo de los próximos meses y hasta septiembre, girarán en torno a la exposición Gabinete de curiosidades, y lo haremos con sesión doble y Una de romanos. Comenzaremos con una visita guiada y continuaremos con una conferencia, que pondrán de manifiesto la influencia de la Roma antigua en las artes, desde el siglo XVIII al XXI.
- 18:30 h. Visita guiada a Gabinete de curiosidades: Gabinete arqueológico
Los gabinetes de curiosidades eran espacios donde se mostraban objetos provenientes de todo el mundo conocido: antigüedades, obras de arte, animales, plantas, fósiles, criaturas exóticas o míticas, ingenios científicos… Las primeras colecciones surgieron entre los siglos XVI y XVII y desaparecieron paulatinamente durante las dos centurias siguientes, pasando sus objetos más interesantes a engrosar los fondos de museos de arte y de historia natural de todo el mundo.
A mediados del siglo XVIII, con las primeras excavaciones de Pompeya y Herculano, Carlos de Borbón (más tarde Carlos III de España), reunió en su Palacio de Real de Portici una colección de antigüedades que puso a Nápoles en el mapa del turismo erudito.
La publicación ilustrada de los descubrimientos arqueológicos tuvo un impacto innegable en el naciente Neoclasicismo y sus ecos se harían sentir en el arte a lo largo de todo el siglo XIX, del estilo Imperio al clasicismo victoriano.
Es necesaria inscripción previa a través del teléfono 985334000
Aforo limitado a 20 personas por grupo
- 19: 30 h. Conferencia: Una de romanos
A cargo de Juan J. Alonso, Enrique A. Mastache y Jorge Alonso, de Rema y Vive Editorial
¿Por qué organizar una conferencia sobre la antigua Roma en el cine en pleno siglo XXI? ¿Qué nos importa hoy Roma? ¿Y qué nos importa la imagen que el cine ha ofrecido y ofrece de la civilización romana? Odiamos estas preguntas. ¿Para qué sirve la historia? ¿Por qué tengo que saber quién fue Espartaco, o Julio César, o Nerón, o Marco Aurelio, o Constantino? ¿Qué me importa el mito de Rómulo y Remo? ¿Qué gano con conocer los mecanismos de la Roma republicana? ¿Qué más da que sepa o no cómo funcionaba el Imperio romano? Espartaco no murió crucificado, Julio César jamás fue emperador, Nerón no ordenó quemar Roma, Marco Aurelio no fue asesinado por su hijo Cómodo, los romanos no se pasaban la noche en orgías ni en banquetes en los que vomitaban la comida para poder seguir llenándose el estómago, no es lo mismo un circo que un anfiteatro, el triunfo del cristianismo no supuso el fin de la esclavitud. ¿Se puede vivir sin saber todas estas cosas? Sí, como también se puede vivir sin los Simpson, sin Audrey Hepburn, sin los Beatles y sin tomar el aperitivo los domingos. Pero es una vida peor.
La historia, por un lado, es siempre contemporánea, porque para entenderla siempre aplicamos categorías de nuestro tiempo. Así que, en realidad, cuando estudiamos la historia de Roma nos estudiamos a nosotros mismos, nos conocemos a nosotros mismos, que es el consejo que siempre daba Sócrates. Además, resulta que nosotros somos romanos. Lo que hoy es Europa es, para bien o para mal, el resultado de la cultura griega y del pensamiento religioso judío, es decir, de la civilización helénica y de la religión cristiana, que se fundieron en eso que, para simplificar, llamamos «Roma».
Gran parte de lo que sabemos de Roma se lo debemos al cine. Por eso, es lógico que los que se interesen por la antigua Roma se interesen también por el cine. A los que hablaremos en «Una de romanos», en realidad, nos ha ocurrido al revés: nos gustó antes el cine de romanos que Roma. Cuando uno crece viendo en Semana Santa Ben-Hur o Quo vadis?, sabe que Roma le acompañará siempre. A nosotros nos ha acompañado hasta hoy. Tenemos una teoría: cuanto más corta es la faldita de los protagonistas de las películas históricas, peor es la película. En «Una de romanos» hablaremos de películas de faldita larga y de faldita corta, es decir, de Espartaco y de El hijo de Espartaco. Nos encantan las películas de faldita larga, pero estamos perdidamente enamorados de las películas de faldita corta. No faltarán los grandes clásicos del cine «de romanos» como Quo vadis?, Ben-Hur, La caída del Imperio romano o incluso Gladiador, pero tampoco perderemos ocasión de recortar el tamaño de las falditas para sumergirnos en el imposible mundo de Los últimos días de Pompeya.
Nos vemos en el Museo.
Aforo limitado
Actividades incluidas con la entrada al museo: 5€ general; 3€ reducida; gratis Amigos del Muse.
*Pie de foto: Jean-Léon Gérôme, Pollice verso, 1872. Óleo sobre lienzo, 96.5 cm × 149.2 cm. Phoenix Art Museum, Phoenix, EE.UU.