A pesar de sus reducidas dimensiones, 120 cm de altura, aunque con más se setenta años de vida, este falso ciprés japonés es uno de los árboles más bellos del jardín del Museo Evaristo Valle, mostrando a lo largo de todo el año un espectacular, brillante y variado colorido, derivado de la disposición de sus hojas escuamiformes de bordes achatados y su formación en abanico, recordando un alga o un coral. Su forma piramidal proviene de crecimiento natural, no habiendo sido nunca alterado por poda.

De la familia de las Cupresaceas, este falso ciprés japonés Chamaecyparis obtusa, nana gracilis o árbol de los abanicos es una variedad enana casi en extinción procedente del centro de Japón. Es una variedad ciertamente rara dado que su especie se caracteriza por ejemplares de gran porte, descrita por Siebold y Zucc fue publicada en 1847 en “Sinopsis Coniferarum”.

Nana gracilis, jardín del Museo Evaristo Valle