Los jueves al Museo: Programación de visitas para julio y agosto de 2024
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Los jueves al Museo: Programación de visitas para julio y agosto de 2024
Tras la buena acogida de los años anteriores, retomamos para el periodo estival el programa “Los Jueves al Museo” que propone visitas guiadas a las exposiciones temporales y a los Jardines Históricos de Museo Evaristo Valle los jueves de julio y agosto.
Esta visita pretende ser una manera de acercarse y conocer la obra de Evaristo Valle desde una perspectiva que se aleja del recorrido cronológico más habitual para adentrarse en una lectura carismática y misteriosa que toma como punto de partida el mundo del carnaval al que tantos cuadros dedicó el pintor.
De este modo, a través de las obras que conforman la exposición permanente, y en especial, la sala dedicada al carnaval, Labrador pretende darnos una visión de porqué Valle ha sido considerado durante tanto tiempo como el pintor por antonomasia de esta temática, a pesar de que fueran muchos los que se interesaron por ella, como Nicanor Piñole, Gutiérrez Solana, James Ensor o Goya.
Partiendo de obras como Pierrot y La orgía, analizaremos no solo el origen de los carnavales, sino también la relación que el artista tuvo con el mundo burgués para poder así pasar a comprender obras como Cipriano el hojalatero o el Carnaval de los lobos donde el artista abandona los estratos más altos de la sociedad en favor de las clases populares y marginadas, rindiéndose al dinamismo y el color de las celebraciones más tradicionales.
Veremos como las numerosas representaciones que Valle ofrece de este género a lo largo de su carrera, más allá de generar una obra monótona y aburrida, nos brindan la oportunidad de ver una evolución técnica y psicológica.
Artistas tímidos, retraídos, moderados, aislados… en la historiografía tradicional no ha tenido cabida el análisis del pensamiento político de Evaristo Valle y Nicanor Piñole, quienes, sin embargo, gozaron de la consideración de los estamentos intelectuales e ideológicos más avanzados de su época, como mostrará el conjunto de obras que reunirá esta exposición.
Aunque no puede suponerse demasiada progresía de pensamiento en la burguesía indiana e industrial gijonesa en las que se desarrollarían la adolescencia y primera juventud de ambos, Valle entraría pronto en contacto con las teorías anarquistas y socialistas en París, y el compromiso político y el análisis de la política internacional está presente desde sus primeras caricaturas: el affaire Dreyfus, la guerra bóer, la guerra de Cuba… cuyas implicaciones raciales y geopolíticas con el ámbito estadounidense permearán también las estampas cubanas los años 20.
En la segunda década del siglo, Valle y Piñole se integrarían ideológicamente en los principios regeneracionistas que encarnó el Partido Reformista a partir de 1912, ámbito fundamentado en las corrientes de pensamiento europeas que revela un claro sentimiento de pertenencia a una clase social destinada a modernizar el país. En esos años, Valle renovó el género del paisaje como constructo político siguiendo las ideas de Ortega y Gasset.
El convulso ambiente político español de los años treinta quedó reflejado en la serie de naturalezas muertas que Nicanor Piñole realizó entre 1929 y 1935, con la ayuda de dos muñecos de madera que un dependiente del Bazar Piquero le había traído de Alemania hacia 1925. Composiciones estrechamente relacionadas con las corrientes del Arte Nuevo y la Nueva Literatura, en ocasiones son testimonio de la creciente inquietud y violencia: La tarasca (1930), El año de la República (1931),… pasando por su desgarrada, lírica y simbólica documentación de la Revolución del 34 y la Guerra Civil: El refugio, Cervera.
El elemento que dota de mayor singularidad al espacio del Museo Evaristo Valle son sus espectaculares Jardines Históricos, mezcla de las tradiciones paisajísticas inglesa y francesa. El tiempo estival y la extensión de 16.000 metros cuadrados invitan a perderse por sus rincones, y dejar atrás el ritmo de vida acelerado y el estrés en que habitualmente nos vemos envueltos.
En esta visita guiada, descubriremos un espacio repleto de plantas hermosas, de gran antigüedad y variados orígenes que, bajo la batuta del jardinero o del paisajista, forman diseños con los que deleitarse, pero que también encierran secretos medicinales y culinarios. Es sin duda, un Jardín Histórico singular y hermoso que acoge con naturalidad esculturas de un gran valor artístico.
La finca de La Redonda acoge en su interior la obra del pintor Evaristo Valle (1873-1951). En este itinerario exploraremos las obras más destacadas del artista gijonés, así como los datos biográficos que marcaron sus creaciones. París, Cuba o Nueva York son solo algunos de los destinos que sirvieron de escenario para la madurez de su estilo. En esta visita, además, recorreremos alguno de los rincones más especiales del Museo, como el gabinete de conchas, o algunas de las múltiples esculturas que habitan sus Jardines Históricos.
Artistas tímidos, retraídos, moderados, aislados… en la historiografía tradicional no ha tenido cabida el análisis del pensamiento político de Evaristo Valle y Nicanor Piñole, quienes, sin embargo, gozaron de la consideración de los estamentos intelectuales e ideológicos más avanzados de su época, como mostrará el conjunto de obras que reunirá esta exposición.
Aunque no puede suponerse demasiada progresía de pensamiento en la burguesía indiana e industrial gijonesa en las que se desarrollarían la adolescencia y primera juventud de ambos, Valle entraría pronto en contacto con las teorías anarquistas y socialistas en París, y el compromiso político y el análisis de la política internacional está presente desde sus primeras caricaturas: el affaire Dreyfus, la guerra bóer, la guerra de Cuba… cuyas implicaciones raciales y geopolíticas con el ámbito estadounidense permearán también las estampas cubanas los años 20.
En la segunda década del siglo, Valle y Piñole se integrarían ideológicamente en los principios regeneracionistas que encarnó el Partido Reformista a partir de 1912, ámbito fundamentado en las corrientes de pensamiento europeas que revela un claro sentimiento de pertenencia a una clase social destinada a modernizar el país. En esos años, Valle renovó el género del paisaje como constructo político siguiendo las ideas de Ortega y Gasset.
El convulso ambiente político español de los años treinta quedó reflejado en la serie de naturalezas muertas que Nicanor Piñole realizó entre 1929 y 1935, con la ayuda de dos muñecos de madera que un dependiente del Bazar Piquero le había traído de Alemania hacia 1925. Composiciones estrechamente relacionadas con las corrientes del Arte Nuevo y la Nueva Literatura, en ocasiones son testimonio de la creciente inquietud y violencia: La tarasca (1930), El año de la República (1931),… pasando por su desgarrada, lírica y simbólica documentación de la Revolución del 34 y la Guerra Civil: El refugio, Cervera.
Entradas en www.evaristovalle.com
Colaboran: Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón, Gobierno del Principado de Asturias, Caja Rural de Asturias, Universidad de Oviedo y Cámara de Comercio de Gijón.
[…] El elemento que dota de mayor singularidad al espacio del Museo Evaristo Valle son sus espectaculares Jardines Históricos, mezcla de las tradiciones paisajísticas inglesa y francesa. El tiempo estival y la extensión de 16.000 metros cuadrados invitan a perderse por sus rincones. En esta visita guiada se descubre un espacio repleto de plantas hermosas, de gran antigüedad y variados orígenes que, bajo la batuta del jardinero o del paisajista, forman diseños con los que deleitarse, pero que también encierran secretos medicinales y culinarios. A las 18.30 horas, entrada por 6 euros. Consíguela AQUÍ. […]